martes, 28 de abril de 2015

¿Por qué la infidelidad en la pareja?

La infidelidad está entendida teóricamente como la ruptura de un compromiso de exclusividad amorosa y sexual con la pareja, incumpliendo con el acuerdo de monogamia que se suele establecer en las relaciones sentimentales.

Belkis Carrillo, psicólogo y terapeuta cognitivo conductual, miembro de Espacio Terapéutico explicó: “La infidelidad es la ruptura de un pacto consigo mismo acerca de lo que le hace feliz o le genera bienestar; es tolerar actitudes y situaciones que no le gustan en la relación de pareja y que además le hacen infeliz, iniciando de ese modo la infidelidad con su propia vida, lo que traerá como consecuencia que se refleje afuera, en lafigura de un amante”.

“Además de la infelicidad – continúo Carrillo- con lo que se está haciendo y sintiendo con la pareja, debido a que el sexo, la comunicación o los proyectos en común están mal, algunos factores como: una patología sexual que los haga de manera inconsciente buscar sexo de forma indiscriminada y; algún patrón disfuncional de familia en el que ésta situación se inculcó como una conducta permitida -padres infieles-, predisponen a la infidelidad en las relaciones”.

Ansiedad, rabia, tristeza, dolor, entre otros, son los sentimientos que brotan como consecuencia de una infidelidad, independientemente de la posición en la que se encuentre el individuo, no obstante, algunas técnicas pueden ayudar a sobrellevar la situación.
“El primer paso para afrontarla, es aceptar que somos humanos, que sentir dolor y tristeza es propio de nuestra esencia, darse el permiso de llorar y de expresar el dolor; luego hacer un ejercicio profundo de auto observación en el que se evalúen las fallas personales”.

“Asimismo, observar la relación que se tenía con esa persona y cuáles eran sus acuerdos, sobre todo para poder darse cuenta de si eran realistas, si existían; y por último, evaluar cuál es el compromiso de ambos en recuperar la relación o determinar si es el fin de la misma, recomendó Carrillo”.

“Algunas situaciones –enfatizó carrillo- pueden alertar que es necesario acudir a un terapeuta, entre ellas están: Cuando se empieza a justificar a sí mismo por ser infiel argumentando que su pareja no le da esto o lo otro. Cuando sabe y siente que ya no ama a una persona y aun así se le es difícil dejarlo ir. Si hay hijos de por medio que están sufriendo las consecuencias. Si le entusiasma más estar sólo que con su pareja. Y si no existe alguna de estas tres bases en su relación: sexo, comunicación y propósitos en común.
Es importante comprender que cada caso de infidelidad es único, que perdonar o no, es una decisión personal. Sin embargo, lo que sí se debe tomar en cuenta al reconstruir una relación es que esa infidelidad tuvo causas que deben ser atendidas y sanadas; de lo contrario jamás van a lograr una relación saludable. Amar no es soportar, si tu pareja tiene o hace algo que no es negociable, puedes seguir amándolo e irte de su lado, esto es preferible antes de convertirte en alguien deshonesto, rencoroso y/o sin autoestima, concluyó Carrillo”.
http://www.lanacion.com.ve/reportajes-y-especiales/por-que-la-infidelidad-en-la-pareja/

miércoles, 25 de febrero de 2015

Los once motivos que nos conducen a la infidelidad

Pese a que la diferencia entre estudios es importante, la mayoría coincide en apuntar que entre el 40 y el 50 por ciento de los adultos ha sido infiel alguna vez en su vida. La cifra varía según los países. En España la última encuesta del CIS, de 2008, apuntaba a que el 20% de los españoles, hombres y mujeres, habían tenido alguna relación sexual con alguien que no era su pareja en ese momento, pero los sociólogos insisten en que la cifra debe ser a la fuerza mucho mayor, y podría estar aumentando.

Las nuevas tecnologías están acelerando la aparición de prácticas que no sabemos cómo calificarAunque Internet no hace que la inclinación que nos lleva a ser infieles aumente, sí es cierto que facilita su práctica. En los últimos años, de hecho, han proliferado los portales que ofrecen explícitamente servicios para tener relaciones extra-matrimoniales. Y están teniendo éxito. Además, las nuevas tecnologías están acelerando la aparición de prácticas hasta ahora desconocidas que no sabemos como calificar. ¿Se considera una infidelidad tener un encuentro de tono sexual a través de una webcam? ¿El consumo masivo de pornografía? ¿Flirtear con otra persona por chat?
¿Qué es exactamente ser infiel?

La definición de infidelidad no ha cambiado en absoluto con la llegada de Internet. Ser infiel, es simplemente, romper la confianza de la pareja cuando se mantienen secretos alejados de la intimidad conyugal. En definitiva, somos infieles a nuestra pareja cuando le mentimos de manera consciente y a sabiendas de que nuestro comportamiento no es el correcto.

Es conveniente hablar con la pareja sobre qué toleramos en nuestra relación y qué noEsteban Cañamares, psicólogo y sexólogo experto en relaciones de pareja, es claro al respecto: “Qué practicas son consideradas como una infidelidad y cuáles no, es algo que decide cada pareja, a través de unas normas, explícitas o implícitas, aceptadas al respecto”. El problema es que, muchas veces, estas “normas” no quedan claras y, en cualquier caso, Internet puede dar lugar a muchos malentendidos. “Es una pena”, explica Cañamares, “que muchas parejas no hablen abiertamente de esto, pues es conveniente saber hasta dónde puede llegar cada uno”.

La infidelidad, igual en hombres y mujeres

Al margen de las herramientas utilizadas para ser infiel, las razones por las que engañamos a nuestra pareja siguen siendo las mismas de siempre. “Lo que nos lleva a ser infiel”, explica Cañamares, “es siempre nuestro impulso natural al sexo”. En este sentido el psicólogo recuerda que el ser humano tiene “una programación contradictoria”, por un lado quiere una pareja estable para formar una familia, pero por otro quiere satisfacer todos sus deseos sexuales, que muchas veces incluyen a más de un sujeto.

No puede haber muchos hombres infieles si no hay mujeres para serloLo que sí parece claro, por mucho que haya ideas preconcebidas que insistan en lo contrario, es que los motivos que llevan al hombre a ser infiel son los mismos que los de las mujeres. Cañamares tiene una idea clara al respecto: “No puede haber muchos hombres infieles si no hay mujeres para serlo”.

Los motivos para ser infiel parten de nuestros impulsos, pero son variados. Aunque cada caso tiene componentes específicos, en las consultas se repiten una y otra vez las mismas razones. Robert Weiss, uno de los más reputados psicoterapeutas estadounidense especialista en relaciones de pareja, ha elaborado, para la publicaciónPsych Central, una lista de los motivos psicológicos subyacentes en los casos de infidelidad que ha tratado a lo largo de 20 años de experiencia clínica que, en muchos casos, se pueden dar de manera simultánea.


¿Cómo superar una ruptura sentimental?



 Publicado por BEATRIZ G.PORTALATÍN  en Elmundo.es

"Besos que vienen riendo, luego llorando se van, y en ellos se va la vida, que nunca más volverá". Así hablaba Miguel de Unamuno del desamor. Pero aunque a veces parezca que ahogue o apriete demasiado, dicen que de amor ya no se muere. Que todos, y hasta en las peores condiciones posibles, podemos superar una ruptura sentimental, sólo hay que aceptarlo, y decidir empezar de nuevo.

Patricia Ramírez Loeffler, psicóloga especialista en deporte de alto rendimiento, trastornos de ansiedad y parejas, dedica un capítulo de su último libro, ¿Por qué ellos sueñan con ser futbolistas y ellas princesas? (Espasa), a hablar del desamor. Asegura que el dolor no es proporcional a los años de relación, sino que tiene ver con otros factores como el grado de enamoramiento, complicidad y adoración hacia la otra persona, y con los recursos y experiencias que uno tenga. Es decir, si alguien ya ha pasado por una situación similar, sabe que la vida sigue: tengo familia, tengo amigos y recursos suficientes para poder superarlo.

Fases de una ruptura

Las fases de una ruptura, con sus matices y distancias, según los expertos, son similares a las de un duelo. "En ocasiones, es incluso más doloroso pues cuando alguien muere, la carpeta se cierra, mientras que en la ruptura sabes que la persona está ahí, pero que ya no quiere estar contigo", sostiene Ramírez.

Algunos autores y manuales hablan hasta de cinco fases. Ana Sierra, psicóloga y terapeuta sexual y de pareja, explica qué sucede en cada una de ellas. "Una primera fase sería la de negación, donde no aceptamos que la relación se haya terminado, y tenemos todavía esperanza de poder recuperar a esa persona. La segunda, sería la de enfado, rabia e ira, en la que se buscan las razones de lo ocurrido, tanto en ti (qué habré hecho mal) como en la otra persona. Después, vendría la fase de negociación, en la cual empiezas ya a buscar soluciones. La cuarta abarca un periodo donde se experimenta la tristeza y el dolor en sí, y se quiere llorar ese dolor. Y por último, viene la de aceptación, en la cual se asume lo que ha pasado". Algunos autores exponen también una sexta fase: la asimilación. En ella, todo está superado, asimilado, y puedes hablar de ello sin emocionarte.

Según los manuales de Psiquiatría o Psicología, menciona Ramírez, efectivamente hay un tiempo de duelo que puede durar hasta dos años, pero realmente, ese tiempo es muy relativo y personal. Sin embargo, "tú puedes adelantar ese proceso, manteniendo una actitud activa y no dejando que lo sucedido bloquee tu vida". Y si es necesario, pedir ayuda profesional, agrega Sierra, y cuanto antes, mejor.

La clave está, sobre todo, en aceptar la situación, en reconocer que la historia ha terminado y saber poner el punto final. No fijes tu objetivo en recuperar, dice Ramírez, sino en aceptar: "No supliques amor a la otra persona, no pidas amor a quien ya no quiere estar contigo" porque, "las parejas son para disfrutarse, no para sufrir", asegura tajante.

"La ruptura sentimental es uno de los acontecimientos más estresantes, de cambio, que vivimos", afirma Juan Macías, psicólogo y especializado en terapia de parejas. Tal es así que, según un estudio sobre verbalizaciones, El significado psicológico de una ruptura de pareja significativa en jóvenes universitarios (Psicología Iberoamericana, vol. 20, núm. 2, julio-diciembre, 2012), revela que este acontecimiento suele ser un evento esencialmente, asociado con sentimientos y emociones negativas. De hecho, expone el experto, de las 176 palabras utilizadas por la muestra del estudio, sólo 20 se podrían considerar positivas. Tales como aceptación, resignación, aprendizaje, seguimiento, respeto y crecimiento. Y la mayoría, "aluden a una recuperación, lo cual indica la necesidad de atravesar por un proceso de duelo y así poder alcanzar un crecimiento personal", indica.

En el otro extremo, están las personas que dejan a sus parejas, aquellas que deciden cortar la relación. Ellas también sufren, ya que han dejado a alguien a quien querían mucho y no querían hacer daño. En este caso, explica Sierra, lo que habría que trabajar es el sentimiento de culpa, la autoestima y el desapego porque cada uno ha de responsabilizarse de su dolor, y de cómo lo vive: "No por evitar un dolor ajeno tengo que hacérmelo a mí, por ejemplo, siguiendo con una relación que no deseo". En otros casos, donde la ruptura es de mutuo acuerdo, el dolor se vive de forma diferente y está mucho más repartido. Es importante, añade Macías, las formas y los plazos para llevar acabo la ruptura. En general, es más complicado cuando la ruptura es algo brusco y una de las partes no espera que suceda. Por ejemplo, hay parejas que se dan un tiempo, un respiro, o segundas y tercera oportunidades, con lo que en estos casos, la ruptura definitiva no te pilla tan de sorpresa, porque ya hay indicios que sugieren que puede tener cabida.

Claves para superarlo

Los conflictos de pareja y las rupturas están cada vez más presentes en las consultas españolas. "Lo que más trato son trastornos de ansiedad y problemas de parejas. Veo a mucha gente sufrir por temas de desamor, de manera muy honda y profunda", confiesa Ramírez.

En estas terapias, "lo que yo hago es trabajar sobre todo con las creencias y el control de estímulos", declara Sierra. Es decir, hay que controlar lo que nos hace avivar la llama del dolor. Hay que parar y controlar las cosas que nos recuerdan a esa persona, por ejemplo: no torturarte una y otra vez con esa canción. Y por supuesto, hay que trabajar y recomponer la autoestima dañada.

Pero, ¿cuáles son las claves para querer volver de nuevo a recuperar tu vida? Lo primero es desterrar el viejo refrán de que una mancha de mora con otra se quita, porque lo mejor, indica Sierra, no es buscar cuanto antes una pareja, ya que en ese caso estarías sustituyendo el afecto que falta y puede generar una cierta dependencia.

El objetivo, añade Ramírez, no es el de enamorarse otra vez, sino el de saber vivir contigo mismo, saber disfrutar y saber sentirse bien. "Si tú quieres tener una pareja, lucha por ello, pero sal, conoce gente, vístete de forma diferente, aumenta tu grupo de amigos y de actividades... Eso no quita para que en el tiempo de transición entre una pareja y otra aprendas y sepas disfrutar de ti mismo". Además, advierte que "si te obsesionas mucho en buscar pareja, será tu principal barrera: echas toda tu energía en esa búsqueda y dejas escapar cosas que están pasando a tu alrededor".

Lo fundamental, aconseja esta experta, es atreverse a hacer cosas que antes no hacías (prueba, por ejemplo, ir al cine tú solo y experimenta que puede ser algo muy positivo) aumenta tus fuentes de bienestar, date caprichos, invierte tiempo en ti. Otro aspecto importante es apoyarse en la gente que te quiere, pero sin monopolizar toda la conversación en la ruptura porque acabarías cansando.

En definitiva, la clave consiste en que "a pesar del sufrimiento sigas activo, hagas cosas, no te quedes viendo la vida pasar. No se trata de ser un superhombre o una supermujer, simplemente poner de tu parte para que el dolor desaparezca cuanto antes", concluye Ramírez.

domingo, 7 de septiembre de 2014

La felicidad es una cuestión de elección personal


 (Tomado de Inforbae America)

¿La felicidad es una elección que se puede hacer en cualquier momento?. ¿Los pensamientos son los que hacen que una persona se sienta feliz o desgraciada, o ello solo depende de las circunstancias por las que atraviesa?. Desde México y en una entrevista con Infobae, Fernando Menéndez -psicólogo y psicoterapeuta psico-corporal- explicó la importancia de enfocarse en uno y de entender que la felicidad no está afuera, ni al lado de otra persona: la felicidad está dentro de cada persona.

"Todos decimos que buscamos la felicidad, pero ¿estamos buscando en el lugar correcto?. Vivimos en una realidad en la que existen momentos de dolor y momentos de placer, y sucede que los primeros tratamos de evitarlos, y a los segundos nos apegamos, no queremos que acaben", explicó Menéndez. "En mi práctica profesional como psicoterapeuta, constato día a día cómo vivimos alienados de nosotros mismos y de lo que sentimos, dándole preponderancia a nuestras fantasías, a nuestras ilusiones, a lo que nos gustaría llegar a ser y no somos... esto acompañado de desilusión, frustración, ganas de cambiar y controlar lo que sucede, pero no aceptando y abrazando lo que somos, en dónde estamos, con quién estamos, el aquí-ahora, que es en donde están nuestras lecciones de vida", sostuvo Menéndez.

"Vivimos en una sociedad contaminada de propaganda, excesos, estímulos que invitan al consumo, a lo externo, a lo inalcanzable; buscamos el placer inmediato, pero esto trae un sentimiento de vacío constante, y andamos entre la necesidad de llenar ese vacío con experiencias de gratificación inmediata y volver a sentirnos vacíos otra vez, sin encontrar la solución", afirmó el entrevistado, quien a continuación brindó los 10 consejos para buscar a la felicidad en el lugar adecuado:

1- Reconocer que la felicidad no se encuentra fuera de ti, sino dentro de ti. Desde pequeños nos entrenan a buscar afuera la felicidad, y esto genera que esté condicionada a las circunstancias externas, las que están fuera de nuestro control, generando frustración, en lugar de buscarla dentro de nosotros mismos.

2- Regresar al aquí y ahora. Hacemos todo lo posible por distraernos del momento presente: usamos los medios masivos (televisión, internet, redes sociales...) buscando darle sentido a nuestra experiencia, y nos cuesta trabajo simplemente estar presentes en nosotros aceptando lo que hay. Vivimos constantemente preocupados por circunstancias que no podemos cambiar, e incluso, por experiencias que ya son del pasado, en lugar de vivir lo que hay en el aquí y ahora. Si logramos permanecer en el aquí y ahora, esto nos va a llevar a vivir con mayor plenitud, disfrutando los momentos de gozo y aprendiendo de los difíciles.

3- Aceptar la experiencia como viene, sin querer cambiarla o modificarla. Constantemente juzgamos nuestra experiencia y la de los demás, queriendo que ciertas cosas que nos causan gozo o placer perduren y otras que nos causan dolor de algún tipo, cambien, no permanezcan. Esto provoca que no podamos aprender de la experiencia de cada momento.

4- Dar vida a los propios sueños. La vida es experiencia; no dejes que tu vida corra sólo por tu mente, y que tus sueños se mantengan siendo sueños, ¡atrévete a actuar!; lo único que hay que perder es la idea que te has creado de las cosas, expande tus horizontes.

5- Aceptar versus controlar. Buscar controlar nos mantiene esclavos de eso que queremos controlar, ya sean emociones, pensamientos o impulsos internos, o bien, pueden ser situaciones externas o personas cercanas. Queremos controlar a partir de la fantasía de que podemos cambiar o modificar lo que sucede dentro o fuera de nosotros, y eso genera tensión y estrés. En cambio la aceptación nos lleva a una reconciliación con lo que hay, dentro y fuera; es hacer la paz con lo que hay y permitir la experiencia en su totalidad, lo cual nos devuelve a la armonía.

6- Soltar la auto-importancia. La auto-importancia es nuestro peor enemigo: pasamos la vida sintiéndonos ofendidos por los actos de los demás, tomando todo lo que sucede de manera personal. ¡Suelta la auto-importancia! Haz lo mejor que puedas a cada momento y no le des importancia. Los éxitos y los fracasos externos tienen tanta importancia como tú se la des, es una fantasía; nosotros decidimos a qué le damos valor, y ciertamente, si le das mucha importancia a tus fracasos vas a ser infeliz.

7- Encontrar un espacio para estar con uno mismo. Suelta el miedo a estar solo, piensa en lo que te gusta hacer y atrévete a hacerlo. Ábrete a la posibilidad de disfrutar quien eres y lo que te gusta hacer, sin depender de nada ni de nadie.

8- Observar los miedos propios, pero no dejar que te limiten. Todos tenemos una historia personal y miedos relacionados a esta. Al reconocer tus miedos, trata de observar lo irracional de los mismos, reconoce cómo te limitan y déjate sentirlos; no quieras controlarlos, ni pretendas hacer que no están o no existen: la forma de integrarlos va a ser dejarte sentirlos sin juicio. En tu experiencia diaria, trata de no darles un valor agregado, reconócelos y sigue adelante.

9- No usar excusas, reconocer lo que uno hizo sin juzgarlo. La madurez se mide por la voluntad de hacerte responsable de tus acciones, sin excusarlas, ya que has hecho lo mejor posible para cada situación. La inmadurez implica tener que dar excusas por tus acciones, tratando de convencer al otro y a ti mismo que hiciste lo correcto, cuando en el fondo sabes que no fue así. La excusa es el refugio de la auto-indulgencia.

10- Enfocarse en el SER en lugar de en el TENER. Ya en el siglo pasado, Erich Fromm había expresado la tesis de que en la sociedad industrial en que vivimos, el hombre se ha habituado a vivir bajo el supuesto de que "quien no tiene, no es". Nuestra sociedad consumista ha enfatizado cada vez más esto, llevándonos a anhelar lo que no tenemos, a buscar ser quienes no somos: en pocas palabras a vivir frustrados. La verdadera felicidad está en SER quien eres; nuestro valor está en que todos somos únicos e irrepetibles y, a la vez, en que compartimos la misma naturaleza.


Aquí, un buen ejercicio para empezar hoy mismo a poner en práctica estas reglas: "Estar presente, permitiendo y observando".

Objetivo: Regresar al aquí y ahora; estar cada vez más presentes; nos permite reconocer nuestra experiencia y facilita la asimilación de emociones y experiencias conflictivas. *Conéctate con tu respiración (esto te regresa al cuerpo, al aquí y ahora); analiza cómo te sientes estando presente mientras observas como inhalas y exhalas; si viene algún pensamiento o emoción permítelo y déjate estar presente mientras sucede, sin seguirlo. Empieza haciendo este ejercicio durante 10 minutos diarios y trata de ir incrementando su duración", indica Menéndez.

*Es importante que procures traer tu atención a las experiencias en las que estás menos presente, en las que estás siendo reactivo, como por ejemplo: mientras comes, mientras te bañas, mientras te lavas los dientes, etc. Son actividades diarias que te pueden permitir entrenarte a estar más presente. Permítete hacer cada movimiento de manera lenta, lo suficiente como para que seas consciente de la acción, en lugar de realizarla en automático, y observa que sientes, qué piensas, cómo estás respirando", finalizó Menéndez.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Dar las gracias hace más feliz a las personas



Los psicólogos solían subestimar la fuerza de la gratitud. Pero diversos estudios comprobaron que modifica actitudes negativas. Recomiendan hacerlo de manera “personal y profunda”.
Aunque parece bastante obvio que la gratitud es una emoción positiva, durante décadas, los psicólogos casi nunca analizaron las implicaciones del fenómeno de dar gracias. Pero en los últimos años sí lo han hecho, y muchos experimentos les han permitido aprender que es una de las emociones más poderosas de la humanidad. Hace que el que las da se sienta más feliz y puede modificar la propia actitud ante la vida, como un botón para reiniciar los sentidos. En especial en tiempos difíciles como estos.
Más allá de demostrar que ser agradecido ayuda a quien lo es, los psicólogos también intentan dilucidar los procesos químicos que la gratitud produce en el cerebro y las mejores formas de demostrarla.
Michael McCullough, un profesor de psicología de la Universidad de Miami que ha estudiado a la gente a la que se le pide que dé gracias con regularidad, dijo que “cuando haces un alto para contar las bendiciones que has recibido, como que estás secuestrando tu sistema emocional”.
Las investigaciones efectuadas por McCullough y otros encontraron que dar gracias es una emoción poderosa que se alimenta a sí misma, casi el equivalente a ser victorioso. Podría llamársele un círculo virtuoso. El experto dijo que los psicólogos solían subestimar la fuerza de la simple gratitud. “Sí hace más feliz a la gente, es ese sentimiento increíble”.
Una de las razones por las que la gratitud funciona tan bien es que nos conecta con otros, explicó McCullough. Es por eso que, cuando das gracias, debe ser en forma más personal y profunda, en lugar de una simple nota de agradecimiento por un regalo o una rápida acción de gracias antes de tomar alimentos, dicen los psicólogos.
Maryann Troianim, psicóloga del área de Chicago y autora de libros de autoayuda, comentó que poco a poco va introduciendo a sus clientes a la gratitud, a veces simplemente a través de limitar sus quejas a dos por sesión. A la larga, hace que escriban las buenas cosas que les han pasado en una especie de “diarios de gratitud”. “El ser agradecido realmente cambia tu actitud y tu perspectiva sobre la vida”, señaló.
La gente agradecida “se siente más alerta, viva, interesada, entusiasmada. También se siente más conectada con otros”, completó Robert Emmons, un profesor de psicología de la Universidad de California, campus Davis, quien ha escrito dos libros sobre la ciencia de la gratitud, y quien con frecuencia estudia los efectos de esos diarios de gratitud.
“La gratitud también sirve como un amortiguador de estrés”, señaló Emmons en una entrevista por correo electrónico. “La gente agradecida es menos propensa a experimentar envidia, enojo, resentimiento, arrepentimiento y otros estados no placenteros producen estrés”, agregó. AP